En un ambiente de cooperación y propuestas concretas, México Cumbre de Negocios acogió tanto al presidente en funciones como al electo. Lo anterior es ejemplo de la importancia que el foro ha cobrado en los últimos años y la pertinencia del empresario en un año tan coyuntural como lo es 2018. Creado por Miguel Alemán, ex gobernador de Veracruz, el foro se realiza desde hace 16 años y es un espacio donde convergen empresarios y líderes políticos con la intención de exponer problemáticas que enfrenta el país en torno a diversos temas.
En el marco de este evento, el Presidente de México número 84, Enrique Peña Nieto, ahondó en el plan de acción diseñado, durante su mandato, para mantener la certidumbre en los mercados y en la que concluyó que dicha estrategia propició un crecimiento económico constante. Esta consistía de 6 puntos clave:
Estabilidad macroeconómica
Quitar los cuellos de botella del desempeño de la economía. (Reformas económicas)
Impulso a la infraestructura
Flexibilidad del mercado laboral
Ampliación de la agenda de negociaciones comerciales
Los sistemas creados, como el de transparencia y el de anticorrupción
En el caso del presidente electo número 85, Andrés Manuel López Obrador, se mencionaron 3 acciones que enmarcarán el plan que echará a andar a partir del primero de diciembre:
Atacar la corrupción y trabajar con austeridad
Atender las necesidades básicas de la población
Lograr un mayor crecimiento económico
Ambos líderes políticos coincidieron en la profunda preocupación por el entorno económico de nuestro país, y aunque las opciones de resolución a las dificultades económicas aparentan ser distintas, tanto los líderes empresariales como los gobiernos entrante y saliente han procurado concentrar sus acciones a favor de la transparencia y el combate a la corrupción empresarial y política. Tanto las prácticas llevadas a cabo por el gobierno de Enrique Peña Nieto, como las planteadas por Andrés Manuel López Obrador, engloban lo que puede ser resumido en mayor bienestar.
Asimismo, los titulares del Ejecutivo coinciden en el fortalecimiento de proyectos sociales e inversión en infraestructura a través de una estrecha relación con el gremio empresarial del país, partiendo de una planeación estratégica que nos lleve hacia la innovación y mejora continua. aunque las agendas para atender estos objetivos difieren sustantivamente: por un lado, el gobierno saliente se enfocó en reformar marcos legislativos que impedían el flujo de capital; el gobierno entrante, por otra parte, apostará sus esfuerzos en trabajar con austeridad y romper los vínculos de corrupción que permean en todos los círculos.