8M: Luchando por el cambio
“Hagamos que 2021 sea un año decisivo para las mujeres y las niñas en todo el mundo”.
Ignacio Torres |
8M: Luchando por el cambio

Ya sean “nenis” o integrantes del consejo en una gran empresa, la participación femenina en la economía de México es innegable y, sin embargo, marcada por la desigualdad de circunstancias respecto a sus pares masculinos.

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una efeméride originalmente llamada Día Internacional de la Mujer Trabajadora, puesto que su origen tiene que ver con la lucha por la participación femenina en todos los ámbitos sociales, principalmente el laboral.

Aunque el origen de esta conmemoración se remonta a 1910 en Dinamarca, fue hasta 1975 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la institucionalizó para ser observada en todo el mundo. 

Por supuesto, luchas sociales como esta tienen particularidades en cada país, sin embargo, hay una petición común: igualdad.

Según el sitio web de la ONU, en varios países existen restricciones legales que impiden, a nivel global, que dos mil 700 millones de mujeres accedan a las mismas opciones laborales que los hombres. Además de resaltar que, en 2019, menos del 25% de los representantes parlamentarios en el mundo eran mujeres.

 

En México

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la participación económica femenina en el país también está marcada por la desventaja:

La tasa de participación económica de las mujeres de 15 años y más, es de 44.9 por ciento, mientras que para los hombres de 77.1 por ciento. Entre la población femenina de 15 a 19 años, la participación económica es de 20.4 por ciento y 41.1 por ciento en los hombres adolescentes.

En el caso del rango etario que va de los 30 a 49 años, las mujeres son económicamente partícipes en 58.6 por ciento, en comparación con el 95.1 por ciento respecto a la población masculina de la misma edad. En cambio, para las mujeres de 60 años y más, la tasa es de 21.4 por ciento, y de 48.8 por ciento para los hombres.

El Inmujeres indicó también que, del total de las mujeres ocupadas, 65.1 por ciento son trabajadoras asalariadas, 24 por ciento trabajan por cuenta propia, 6.6 por ciento laboran sin pago, 2.4 por ciento son empleadoras, y 1.9 por ciento son trabajadoras subordinadas que reciben percepciones no salariales.

Otro dato destacado por el instituto es el de la discriminación salarial para con la población femenina. Indicó que para lograr la igualdad en las percepciones económicas se requiere incrementar, en promedio, 6.6 por ciento el monto que se les paga a las mujeres.

La tendencia anterior, combinada con el freno abrupto que significó la pandemia para muchos sectores económicos, urge, de acuerdo con la ONU, a tomar acciones por lo que pide en su página web: “Hagamos que 2021 sea un año decisivo para las mujeres y las niñas en todo el mundo”.

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