Los compras a crédito son una modalidad de compraventa a plazos, que favorecen al consumidores adquirir bienes costosos en lo inmediato, a partir de realizar un pago “escalonado” y accesible para el consumidor. Las instituciones que facilitan este tipo de compras también se ven beneficiadas, pues los negocios incrementan el volumen de sus ventas y los bancos cobran comisiones para facilitar este pago en abonos.
Aparentemente, este modelo de pago parece conveniente para todas las partes. No obstante, implica un riesgo serio para los consumidores poco prevenidos que, a través de medidas publicitarias y de marketing, creen que todo es juegos y diversión hasta que llegan las facturas a sus buzones.
El primer inconveniente de las compras a crédito es la obligación mensual que éstas implican a mediano e incluso largo plazo. Ante incertidumbres como la estabilidad laboral, viajes no planeados o contratiempos personales, las compras a crédito son implacables: llegarán cada semana, quincena o mes sin falta y sin excepción, durante meses e incluso años.
La segunda desventaja de las compras a crédito es lo inexorable de su periodicidad, ya que ante un pago retrasado, se pierden todos los beneficios y la virtud se convierte en maldición: ni las instituciones financieras ni los negocios comerciales premian a un comprador con crédito que sea impuntual. En el mejor de los casos, es posible que tras evitar un pago o retrasarlo se eliminen beneficios, descuentos y ofertas. En el peor, existen penalizaciones con aumento de intereses y el ingreso al temido buró de crédito, del que en ocasiones toma hasta 3 años salir.
Finalmente, antes de decidir por sí adoptar un pago a crédito, debe tenerse en cuenta el precio final a través de esta modalidad de pago, pues en ocasiones supera con creces el precio de contado y por ello debe ponderarse la posibilidad entre ahorrar temporalmente para adquirir un producto o pagar un precio inflado a largo plazo y obtenerlo de manera inmediata.
En las siguientes imágenes puedes identificar con mayor facilidad la inflación de precios en productos cuando se elige el crédito como modalidad de pago.