Coworking: competitividad y motivación
La fuerza colaborativa es el mayor valor agregado en la dinámica laboral actual.
REDACCIÓN | | Edición: WEB
Coworking: competitividad y motivación

Como parte de nuestro especial 'Coworking alrededor del globo', presentamos nuestra entrevista a Álvaro Villar, director de WeWork México, quien relata las ventajas del trabajo colaborativo y el potencial de este nuevo concepto de espacios laborales.

La reconfiguración de espacios laborales, producto de la globalización y la interconectividad de las empresas, han abierto nuevas oportunidades de crecimiento, fortalecimiento de habilidades y vinculación entre organizaciones. El co-working, así como las creación de nuevos espacios de trabajo que operan bajo nuevas lógicas de cooperación, han permitido, en palabras de Álvaro Villar, director de WeWork México, formar parte de una amplia comunidad global de profesionales y empresas que alcanzarán la trascendencia a través de la flexibilidad y el bienestar en los espacios laborales.

Hoy, México es el tercero después de Nueva York y Londres en tamaño e importancia de fuerza laboral colaborativa, en palabras de Álvaro. No es de extrañar entonces que WeWork planee seis oficinas más para finales de año.



WeWork en México

 

¿Qué retos ves presentes en territorio nacional relacionados con el trabajo colaborativo?

El principal reto es entender la cultura laboral, el tema de compartir y crear un impacto, ya sea social o económico, al buscar el valor agregado de compartir un mismo espacio. Venimos de  un modelo tradicional en el que cada quien tiene su espacio y valora su privacidad. Entonces estamos migrando de esas cosas tradicionales a encontrar valor en trabajar en conjunto, tanto en emprendedores como en pequeñas y grandes empresas.

 

¿Consideras que existe una resistencia en el mexicano hacia este modelo?

Hemos tenido ejemplos de miembros que nos podrían parecer mucho más tradicionales y se han adaptado muchísimo a esta cultura y al revés: empresas que podrían parecer más avanzadas en estos temas culturales y que les cuesta adaptarse pero ya comienzan a encontrarle un gran atractivo a WeWork. No todos valoran las mismas cosas de nuestro concepto: hay quienes valoran la capacidad de vinculación, otros la simplicidad y la eficiencia que implica el dejar de atender labores logísticas de los espacios.

 

¿Qué papel tiene México en materia laboral, cultural y social dentro de Latinoamérica?

No quisiera tirar flores para México pero las merece. La Ciudad de México es la cuarta ciudad más grande de WeWork a nivel global y México el país más grande a nivel Latinoamérica. Contamos con más de 30 mil miembros en 16 edificios abiertos y terminaremos con más de 50 mil a finales de año. Eso es un sentido real de comunidad. La cultura y lo que permea en ella es lo mismo en cada uno de nuestros edificios: es un sentido colaborativo, de interacción en la que existe un gran atractivo en compartir con empresas y perfiles diversos de diferentes industrias.

 

¿Dirías que se trata de una transición natural del mexicano a este nuevo modelo?

Yo creo que es más una transición no del mexicano, sino que los millennials, y a nivel global ya estamos transicionando a este modelo: buscamos nuevas interacciones, creemos en compartir y vemos atractivo de estar todos en un mismo espacio.

 

Dada tu experiencia en el sector de la hospitalidad, ¿qué extrapolas de ella a WeWork?

Te voy a ser muy sincero: cuando migré del sector de la hospitalidad convencional a WeWork, me di cuenta que este nuevo nivel de servicio de hospitalidad en realidad depende de todos. Nosotros estamos aquí para ayudar, para facilitar las claves y que el edificio funcione, pero dependemos de todos: tu taza tiene que llegar a la cocina. Pero en esa transición, cuando vienes de  un espacio de trabajo donde tenías a mil personas de servicio que hacen todo, creo que uno migra. Por ejemplo, te estás echando tu café y tú mismo te lo sirves, pero puedes interactuar: esa posibilidad de negocio, ese feedback, ese coaching de otra empresa equilibra el servicio con la interacción.

 

¿Qué criterios utilizas para encontrar nuevos espacios para establecer WeWork?

Por ahora estamos muy concentrados en el centro, luego podríamos desplazarnos al sur, pero nuestra idea es abarcar el mayor rango posible. Cualquier lugar que siga trabajando de manera tradicional es una oportunidad para nosotros.

En el caso de Guadalajara, en Midtown, lo veníamos negociando y trabajando desde hace tiempo. Pero cuando ves la ocupación de este edificio -que es más del 85%- y a las personas ya haciendo uso del espacio a pesar de que la plaza todavía no ha terminado de arrancar, dices: “algo estamos haciendo bien”. Algo de valor encuentran los miembros en estar en nuestros espacios cuando todavía la plaza no está terminada.

 

 

Pocos años y más de 30 mil miembros, ¿cómo asumen la exponencialidad de su empresa?

Yo creo que definitivamente el crecimiento tan rápido es un reto que nos exige prepararnos, de trabajar en equipo, de brainstormear qué podemos mejorar y cuáles son nuestras áreas de oportunidad. Pero parte del éxito en estos casi 3 años que tenemos en México es que nos hemos apoyado en muchos miembros para ayudarnos durante determinados procesos: nos sentamos con ellos para preguntarles qué valoran de nosotros y qué áreas de oportunidad tenemos a mejorar, es súper importante. Es un reto que todos los miembros encuentren valor en nuestro proyecto para lo que debemos detenernos constantemente para reinventarnos y mantener el valor agregado en nuestros edificios.

 

¿Cómo se han posicionado frente a la competencia?

Entiendo que se nos asocie con el término de co-working porque así iniciamos. Pero creo que ya migramos a ser un proveedor de espacios de trabajo a nivel global. Es nuestro principal diferenciador que tenemos respecto a cualquier otro espacio de trabajo. El hecho de ser miembro en Guadalajara y mañana volar a Sao Paulo, Sidney o Shanghai y que ahí tengas tu oficina en la cual trabajar con todas las facilidades es un diferenciador enorme. Otro valor agregado es la comunidad que tenemos, [WeWork] es una plataforma que te conecta: si mañana voy a Londres y no tengo un abogado o una agencia de publicidad que me ayude a expandirme, aquí vas a tener contactos en más de 70 ciudades y 30 países, con una comunidad global de más de medio millón de personas. Es un muy buen primer paso para un miembro de WeWork.

 

¿Cómo motivar a una persona/empresa a integrarse a esta modalidad de trabajo?

Lo primero que WeWork rompe es que reduce la presión porque es un concepto flexible: tú puedes sentirte inseguro de esta dinámica y necesitas probarlo, pues ven y pruébalo: vienes dos meses, pruebas el concepto y comprobarás que funciona. Nuestro return -las personas que una vez que entran se salen- es muy bajo, es un porcentaje muy bajo el de empresas que salen de nuestros espacios. La segunda facultad es que tu oficina es muy flexible, nosotros podemos adaptarnos a tus necesidades; si hoy tienes una oficina de 5 personas y mañana de 20 o pasado de 500, ahí es donde nosotros podemos ayudarte mucho por la flexibilidad del concepto. En oficinas tradicionales tienes que firmar durante años un espacio limitado en el que si creces mucho o reduces tu planta el espacio no puede adaptarse como nosotros lo hacemos con nuestros miembros. El que tú me puedas decir cuánto tiempo quieres estar aquí -un año, dos años o tres meses- eso también te facilita mucho al tomar la decisión, porque no te estoy obligando a que estés con nosotros para siempre, lo que queremos es convencerte, que hagas uso del espacio y que vengas a encontrar nuestro valor agregado.

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