No sólo la neurosis, el jazz y el judaísmo son elementos inherentes a la filmografía de Woody Allen, también su cine aborda el constante cuestionamiento de la zona de confort en la alta sociedad. La belleza con la que exalta su discurso social es impecable y la angustia que retrata en sus más de 70 guiones desafía al espectador a una introspección a través de las circunstancias del protagonista. Sin importar que sus historias se sitúen en Londres o Nueva York, el contexto es mero pretexto para vislumbrar la comodidad y el ego, y por ende las reacciones más ferales en el proceso de preservarlas.
Chris, un tenista venido a menos, es arrastrado en la bonanza de los lujos y de la riqueza. Su suerte puede cambiar cuando Nola, una actriz sumida en el fracaso, lo arrastra en un amorío que lo llevará a decidir entre la comodidad y la felicidad.
Una reconocida socialité cae en la bancarrota después del escandaloso suicidio de su marido, un banquero corrupto. Su hermana la acoge en San Francisco, donde comienza a buscar su tortuoso e incierto regreso al círculo de confort y opulencia del que salió.
Un simple buffet de abogados cambiará para siempre cuando a él llegue Erin Brockovich, una mujer sin estudios que logró ganar un complejo caso a Pacific Gas & Electric Company por millones de dólares.
Con un mentor poco ortodoxo, apasionado por la poesía, un grupo de estudiantes en una escuela conservadora de Vermont cambiarán sus vidas al entender que cada mente e individuo puede cambiar su destino.
Basada en la novela homónima, este filme retrata el auge y caída de Jordan Belfort, un corredor de bolsa sumido en el consumo de drogas, la adicción al sexo y el alcohol, que poco a poco pierde su humanidad e integridad en la búsqueda del enriquecimiento y el éxito.
Roger O. Thornhill, un ordinario ejecutivo de Nueva York, cambia su vida de la noche a la mañana al ser confundido por un agente secreto del gobierno y perseguido por espías. Su fuga trae un sin fin de retos y la alianza con una mujer que lo transforma.