Optimiza tu imagen personal
La percepción del negocio siempre tiene que acompañarse de una gran imagen personal.
Anny Rico |
Optimiza tu imagen personal

Todas las empresas quieren inspirar confianza, y el estilo de los colaboradores puede reforzar ese objetivo.


Al emprender consideramos riesgos, tiempo, inversión, estrategia, misión, visión y objetivos. Así es como deberíamos planear nuestra imagen, pues esta es paralela con el éxito que deseamos alcanzar.

¿Cuáles son los riesgos de no cuidarla? Perder muchas oportunidades ¿Qué beneficios obtienes a diseñar el aspecto que quieres proyectar? Infinitos.

Todo es imagen

En 1971, el antropólogo Albert Mehrabian publicó la teoría que estableció los porcentajes 55-38-7.

  • 55% de nuestra comunicación se conforma por actitudes personales, la postura del cuerpo y de las manos, los gestos, el silencio, la expresión del rostro y la apariencia.
  • 38% de nuestra comunicación proviene del timbre de voz y de la entonación, que pueden expresar empatía, entusiasmo, enojo, frustración o calidez.
  • 7% de la imagen se compone por lo que expresamos y decimos con nuestras palabras.

Aún si vistes con el mejor atuendo, o el más costoso, descuidar cualquiera de los porcentajes anteriores puede derrumbar tu imagen personal ante cualquier público.

Errores en el comportamiento profesional

No saludar apropiadamente (un apretón demasiado fuerte o con la mano lasa).

Evitar el contacto visual en las conversaciones.

Alzar la voz o hablar en murmullos.

Invadir los espacios físico y moral.

No regresar una llamada después de 24 horas.

No retornar cualquier artículo o dinero prestado.

Reír a carcajadas.

Contar chistes de mal gusto, ser sarcástico o utilizar malas palabras.

Entregar una tarjeta de presentación en mal estado.

Escribir en una tarjeta personal frente a quien la entregó.

Difundir chismes.

Ser impuntual.

 

Errores en reuniones de negocio

Si eres el anfitrión, no hacer la reservación para una cena.

Ocupar el mejor lugar en la mesa (pertenece al invitado).

No ponerse de pie, al saludar a una dama u otro caballero.

Beber en exceso.

No respetar las áreas de fumadores.

Partir el pan con cuchillo.

No usar o descansar los cubiertos correctamente.

Hacer movimientos con los cubiertos en la mano.

Ser prepotente con los meseros.

Uso excesivo del celular.

Controlar la conversación.

Abordar temas polémicos.

Alabar su propio trabajo.

Publicar sus bienes personales o el costo de las cosas.

Quitarse el saco en la mesa.

Ignorar a alguna persona en la mesa.

 

No respetar las opiniones ajenas.

El lenguaje de las prendas

Las prendas también tienen su propia comunicación. Por ejemplo, usar tenis indica que haremos deporte y los zapatos de piel con agujetas transmiten formalidad. Entonces, cuando adquiramos ropa nueva, es importante saber qué deseamos comunicar con esa prenda, si cumple los requisitos para la ocasión donde la usaremos y si resalta la imagen personal.

Sé tu propio sastre

Vestir de traje siempre da un aire de formalidad y elegancia, pero si no conoces qué tipo de cortes favorecen tu estilo, no te verás tan impecable como crees.

Errores frecuentes en la imagen profesional masculina

El botón del cuello de la camisa es muy apretado.

El saco del traje no cierra bien.

Pantalón largo, que cubra la suela de los zapatos.

Camisa de botones en el cuello, y con corbata.

Abrochar el último botón del saco.

Bolsas del pantalón holgadas.

 

Colocar la pluma en la bolsa de la camisa.

Usar tirantes y cinturón al mismo tiempo.

Usar zapatos con un color distinto al cinturón.

Manga muy corta o demasiado larga (que cubra los nudillos).

 

Abrochar el cinturón después de la tercera perforación o en la primera.

Aquí te compartimos 7 tips que te ayudarán a conseguir un traje hecho a tu medida: 

  1. Longitud medida. Elige un saco con el tamaño adecuado para tu cuerpo. Una buena forma para medirlo es usando tus brazos: los bordes del saco deberían terminar a la altura de las palmas de la mano, justo antes de llegar a los nudillos. 
  2. Manos expuestas. Las mangas del saco ideal deben terminar justo antes de rozar con las muñecas. Una buena forma de medir esto es asegurándote que el saco siempre roce el botón de la manga de tu camisa.
  3. Cuello delineado. Un buen saco debería descansar sobre el cuello, sin esfuerzo. Siempre revisa que no se formen arrugas que levantan mucho la chaqueta, y que no sea demasiado amplio, ya que esto puede dejar un espacio grande entre el cuello de la camisa y el saco.
  4. Hombros impecables. Un saco a la medida debería tener la costura entre la manga y las hombreras en la unión de tu propio hombro con su brazo, evitando las molestas arrugas que se marcan cuando caminas o te sientas.
  5. Figura notable. Una chaqueta con las medidas adecuadas debería tomar la forma de tu cintura cuando la abotonas. En un saco largo, las solapas quedarían muy alejadas de tu cadera; mientras que en un saco ajustado parecerá que ese pequeño botón que lo sostiene está a punto de dispararse.
  6. ‘Imperfección’ adecuada. Una pequeña arruga en la bastilla del pantalón es ideal, pues la prenda adecuada siempre debe tener un contacto muy sutil contacto con tus zapatos. Cuida que no sobrepase al talón, ni que termine por encima de tus tobillos. 
  7. Estilo 360°. En un pantalón ajustado, las líneas horizontales en la parte trasera, (justo debajo de los glúteos) se marcarán mucho. Si esto sucede, quiere decir que el corte es demasiado ajustado. Por otro lado, una prenda más ‘suelta’ formará muchas más arrugas en el resto del pantalón, creando la impresión de una ropa muy holgada para ti.

Un buen traje no solo se ve bien por su calidad o, sino por cómo te hace lucir frente a otros, y contigo mismo.

Presencia ejecutiva

La mujer moderna no se queda tras bambalinas. Ella toma decisiones, es una líder de su entorno, y una de las mejores herramientas que tenemos para emprender es su estilo. 

Errores frecuentes en la imagen profesional femenina

El botón de una blusa está jalado a la altura del busto.

Usar minifaldas.

Tacón de más de 7 centímetros.

Usar transparencias.

Usar legginns en la oficina.

Exceso de maquillaje o cara lavada.

Escotes pronunciados.

Bolso descarapelado, o en malas condiciones.

Uñas decoradas o descuidadas.

 

Aquí te compartimos 7 tips que te ayudarán a reflejar y demostrar cualidades:

  1. El cabello habla. El estilo de tu cabello debe complementar la forma de tu rostro (de corazón, redondo, cuadrado, etc.). También cuida que los colores de la ropa combinen bien con el color de tu cabello.
  2. Maquillaje natural. Cuenta con los básicos: base, rubor y rimel; procura tenerlos siempre a la mano y retoca tu maquillaje un par de veces al día para mantener su efecto. Y al utilizar menos colores de maquillaje, proyectarás una imagen limpia y profesional.
  3. Cuida tus dedos. Las uñas postizas o muy largas, de adornos y colores llamativos, reducen el profesionalismo. Elige una manicura limpia, elegante y sobria para la oficina o reuniones importantes. Una buena opción es el uso de gelish (o esmalte en gel); es duradero y ofrece una gran variedad de colores que se adaptan a la imagen de una mujer ejecutiva. 
  4. Presume vida y estilo. Favorece las blusas de cuellos, con un escote ligero y simple. Los vestidos ejecutivos también son una buena elección; pueden agregar altura y formalidad con faldas que no sobrepasen mucho la línea entre tus rodillas y tus muslos. Las tendencias y colores también varían de acuerdo con la estación: opta por colores oscuros y cálidos en otoño-invierno, y por tonos claros en primavera-verano. 
  5. Pasos elegantes. Una mujer actual es activa; por eso, debe ser capaz de moverse cómodamente. Elige zapatos elegantes y cerrados que no incomoden tus pies, para proyectar autoridad y soltura. Un buen tip es usar tacones para las reuniones o actividades importantes, y si te sientes cansada opta por zapatos de piso, o con dos centímetros de tacón.
  6. Accesorios ideales. La elegancia más pura proviene de la simplicidad. La mejor opción será elegir tres, priorizando los aretes: deben ser pequeños y complementar tu color de piel. Además, usar pashminas, mascadas o bufandas en tonos neutros pueden complementar y dar elegancia a tu imagen.
  7. Bolso complementario. Evita los estampados y adornos excesivos, optando por un diseño elegante. También recuerda que tu bolso será más elegante si su tamaño es proporcional a tu propia estatura.

El estilo de una mujer ejecutiva no sólo cumple con las políticas de su oficina, sino que también es una presentación de su trabajo como emprendedora.

Compra con inteligencia

Todas tus prendas deben dirigirse a un objetivo. Si no combinan con nada, si no expresan tu personalidad o actividad, o si no cumplen con alguna de tus necesidades, solo se quedarán rezagadas en el armario, quitándole espacio y calidad a la ropa que sí tiene un propósito en lo que tú quieres proyectar adecuadamente.

Errores frecuentes en la imagen profesional

Accesorios exagerados.

Ropa interior visible.

Usar marcas de imitación.

Prendas muy apretadas o muy holgadas.

Usar demasiada loción.

Jeans rotos, deslavados o decorados.

Colocar los lentes en la cabeza.

Zapatos deportivos.

Colocar el celular en la cintura.

Decorar el celular, o usar ringtones llamativos.

Usar plumas publicitarias.

Usar la talla equivocada.

Masticar chicle.

Prendas manchadas o arrugadas.

Para vestirnos con facilidad, evaluando cada ocasión, primero necesitamos construir el guardarropa adecuado, siguiendo estas recomendaciones:

  • Valora cuáles son tus actividades diarias.
  • Elige ropa que te quede magníficamente bien, que sea combinables entre sí, y con la mejor calidad posible.
  • Invierte en piezas básicas que puedas utilizar frecuentemente, sin que pierdan su presencia.
  • Evita los estampados exagerados y los letreros —estos solo se recomiendan para salpimentar atuendos monocromáticos.
  • Visita la tienda bien arreglado o arreglada, pues te verás mejor al probarte las prendas.
  • Si te pruebas pantalones, siéntate para evaluar cómo se expande la prenda con tu cuerpo —recuerda que todas las piezas deben ajustarse a ti, no al revés.
  • Lee las instrucciones de cuidado, conoce el material, revisa las costuras y la firmeza de los botones.
  • Piensa con cuáles prendas podrías combinar tu compra.
  • Observa el efecto que el color de la pieza produce en tu cara —que te guste lo que reflejas; no dejes que tu rostro se vea deslavado.
  • Para los hombres que no acostumbran a usar trajes, pueden elegir entre uno gris o azul marino, pues no son colores tan formales como el negro.
  • Para las mujeres, el uso del vestido es ejecutivo y conserva la feminidad. Solo recuerda que no debe quedar arriba de la rodilla ni muy ajustado, ya que eso puede transmitir una imagen más provocativa que atractiva, elegante y profesional.
  • Los zapatos siempre deben estar impecables. En este caso, las inversiones clave debe ser en comodidad y calidad.
  • Es preferible comprar zapatos por la tarde, pues es cuando tus pies están más distendidos.
  • No uses los mismos zapatos diariamente; la humedad no se alcanza a secar y eso puede afectar la salud de tus pies.

Finalmente, no podemos olvidar el cuidado de nuestro cuerpo. El cabello y las uñas envían mensajes muy claros sobre el cuidado que tienes de ti y de tu imagen. También es crucial mantener la salud de la piel, tener un buen corte de pelo, ejercitarnos y llevar buenos hábitos alimenticios. Todo esto refleja compromiso y amor propio.

Cuida tu imagen y tus maneras; cultiva tu intelecto y tus relaciones personales; enriquecete de pensamientos positivos; conserva una actitud positiva, respetuosa y abundante. Todo esto contribuirá a que tu crecimiento y éxito profesional sea continuo y ascendente.



 

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