Para el cumplimiento del nuevo objetivo de la ESA, diversos científicos e investigadores estudian la materialidad que se debe tomar en cuenta para esta nueva etapa en misiones espaciales.
Actualmente se cuenta solo con estudios biológicos sobre la hibernación humana y referencias de hibernación de animales pero se sigue investigando y analizando las influencias que pudieran afectar los ritmos biológicos en situaciones extremas.
El equipo SciSpace de la ESA, declaró que la hibernación humana generará cambios en la infraestructura de las naves espaciales para la protección humana contra la radiación, expediciones y provisiones que se tendrán que adaptar al nuevo cometido del espacio.
‘‘Principalmente, se tendría que diseñar una nave espacial lo suficientemente autónoma para operar con inteligencia artificial y sin supervisión humana’’, anunció Robin Biesbroek, miembro del centro de estudios de la ESA.
‘‘Se debe trabajar por descubrir los mecanismos que ayudarían a reducir en 75% la tasa metabólica basal de los seres humanos; es decir, a un nivel similar al de los animales que hibernan durante el invierno’’, mencionó Jennifer Ngo-Anh, líder del equipo de la ESA.
Se utilizaran pequeñas cápsulas individuales para la hibernación y al finalizar se espera que haya un proceso de recuperación de aproximadamente 21 días, según los estudios realizados. Además, se esperaría que los astronautas adquieran anteriormente grasa corporal adicional antes de someterse a la hibernación.
La ESA seguirá realizando investigaciones, análisis y estudios más complejos para poder realizar esta clase de misiones espaciales. Se espera un uso óptimo de inteligencia artificial, detección, aislamiento y recuperación de las fallas que se pudieran presentar durante el trayecto espacial.