Para la mayoría, la escuela es el mejor sistema de aprendizaje. Para Julián Ríos Cantú, la práctica hace al maestro.
El empirismo marcó su camino más allá de las aulas, y durante su segundo semestre universitario, las circunstancias familiares lo llevaron a acelerar una idea que conjugaba la tecnología y la salud, con la cual podría ayudar a la lucha contra el cáncer.
“Mi madre venció el cáncer de mama en dos ocasiones ―la primera vez yo tenía 5 años y la segunda tenía 12―. El primer diagnóstico que le realizaron fue a sus 40 años; era la primera mastografía que se hacía, pues algo estaba fuera de lugar”, contó Julián Ríos Cantú, quien a sus 20 años es director de Eva Tech, empresa dedicada a la exploración adjunta que monitorea la salud de los pechos femeninos.
“Mi abuela falleció a causa del cáncer de mama, y mi madre sobrevivió a él en dos ocasiones. Eso me impulsó a crear Eva Tech, con el objetivo de erradicar una enfermedad que cobra la vida de más de 40 mil personas al año, y representa 69% de las defunciones en los países en desarrollo”.
Video: Julián en CDI 2017
Decisiones difíciles y retos de toda índole se asumieron, en pocos meses, entre él y sus tres socios ―Antonio Torres, Ángel Lavarriega y Fernando Martínez―, quienes conformaron un modelo de negocio con gran impacto social, mismo que atrajo a inversionistas extranjeros y que hizo crecer exponencialmente la empresa.
En dos años, el éxito los ha llevado a consolidarse lejos de los prejuicios, los recursos y las limitaciones tecnológicas, algo que les ha hecho entender que el sentido de negocio no está peleado con el interés social —ni el personal— de erradicar el cáncer, por lo que además de la captación de recursos y la investigación, la mejora continua es una de sus prácticas esenciales.
Orgulloso de la rama del emprendimiento dentro del Tecnológico de Monterrey, Julián definió como amigable e increíblemente acogedora esta iniciativa universitaria, aunque siente haber sido más un asunto de tolerancia que de mentoría lo que se le brindó.
“Si fuera por ellos, seguiríamos dando conferencias en lugar de hacer una compañía real. Nos apoyaron en cuestión de acompañamiento y flexibilidad de horarios, pero las pruebas que necesitábamos realizar en el área de TecSalud no fueron posibles, pues existe una carencia por parte de científicos en esa área. En ese sentido, mi compañía es mi mejor escuela, pues me ha acercado a personas de las que he aprendido bastante”.
Abrirse camino en un ámbito tecnológico por su propios méritos, y enmarcado en un panorama altamente competitivo, no le causó ningún conflicto, dado que su proyecto sí tenía las bases sólidas que otros han padecido.
“Pondría en duda si hay mayor escepticismo en torno a este tipo de proyectos de tecnología y salud, tras Theranos y Elizabeth Holmes pues, aunque dañó un poco el ecosistema, fueron pocos inversionistas los que se sumaron a eso. Siempre ha habido competitividad, en ideas, en capital y en talento”, señaló el joven regio.
“Pareciera que hay solución para todo, pero afortunadamente lo nuestro es más trascendental que hacer algo telemédico, o simplemente llenar un pequeño hueco en un sistema ineficiente. Nosotros estamos empeñados en resolver un problema fundamental”.
Video: Julián en TEDxHumboldtMexicoCity
A los 16 años, Julián llevó a cabo una compañía desde el área tecnológica con la idea de Eva Bra, donde al analizar la temperatura de los pechos, se analizaba y revisaba la posible existencia de algún tumor, maligno o benigno, determinado por el flujo sanguíneo —ya que los tumores necesitan nutrientes y oxígeno que les permiten reproducirse; entre más sangre más calor—. Este fue el punto de partida hacia el desarrollo otras tecnologías, un asunto que suena más difícil de lo que parece, a opinión de sus involucrados.
“Es más fácil comenzar una startup con poca competencia y menos gente, reclutando talento para lo que quieras. Algo como Eva es difícil replicar, y eso permite diferenciarse de otras startups”.
Para Julián nunca ha sido importante la cantidad de personas con las que cuente dentro de una investigación. Mientras más personas, más divagación y menos concentración. Resaltó el hecho de que su compañía y su invento “Eva” son la mejor universidad del mundo, pues le han permitido aprender de las mejores personas, de manera práctica.
“Siempre he sido escéptico de medir el progreso por personas y colaboradores. Entre más colaboradores tengas, es menor tu trabajo de CEO, pues eres menos eficiente en lo individual, y hay más procesos y burocracia”.
La ambición de Eva Tech en los próximos años es la creación de 300 clínicas en 5 países, siendo reconocida como la compañía más grande de Latinoamérica.
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