La leche más popular en Estados Unidos y en la mayoría de los países, es la de almendras debido a su alto impacto en consumistas veganos, personas que deciden cuidar su salud e intolerantes a la lactosa, pero este alto consumismo ha generado un alto costo ambiental.
Según expertos apicultores, creen que la tasa de mortalidad de las abejas que polinizan almendras se debe a las enormes cantidades de pesticidas que se utilizan en los suministros de almendras.
Esto se debe a que la polinización de las almendras es muy exigente para las abejas porque necesiten despertarse de su período de latencia invernal, dos meses antes de lo habitual y ya que comienzan a hacerlo, las abejas se concentran en diferentes pequeñas áreas geográficas y eso conlleva a la propagación de enfermedades.
“Las abejas en los almendros están siendo explotadas y no se respetan. Están en grave declive porque nuestra relación humana con ellos se ha vuelto muy destructiva ", mencionó Patrick Pynes, apicultor orgánico y maestro de la Universidad de Flagstaff, Arizona.
Grupos de apicultores, han lanzado campañas que consisten en señalar cuales son los productos que estan hechos con el método ‘apto para abejas’ para los consumidores de leche de almendras y asi poder evitar esta situación y proteger a las abejas.
Por otro lado, existen organizaciones sin fines de lucro que se hacen socios con los productores de almendras para el aumento de biodiversidad de las abejas, plantando diferentes tipos de flores dentro de las hieleras de almendras.