Fue un caso muy sonado en Brasil la exorbitante penalización que impuso el gobierno de este país a la filial de Walmart en el mismo, que deberá pagar 137 millones de dólares por actos de corrupción. El suceso despierta una gran cuestionante entre los expertos: ¿vale la pena crecer exponencialmente a costa de ignorar la auditoría y el Control Interno?
El Control Interno es un conjunto de políticas y procedimientos que las empresas deben llevar a cabo a favor de la preservación de sus bienes y de las propiedades de los inversionistas que tienen parte en ella. Con un Control Interno adecuado, la empresa garantiza que sus números “cuadren”, maximiza su eficiencia en todas las operaciones y promueve una atmósfera de confiabilidad y prestigio entre sus empleados. Se trata de una cultura ganar-ganar. La importancia del Control Interno recae en su papel estratégico en el blindaje de los recursos de la organización frente a posibles intentos de fraude o negligencia, así como elementos ineficientes al interior de ésta.
Además, el Control Interno garantiza que el Plan Estratégico de las altas direcciones permee en todas las operaciones de la organización, fomentando el cumplimiento de objetivos fundamentales de la misma. Con esta útil herramienta, los directores, socios y consejeros pueden tomar las decisiones más importantes a partir de información fiable y veraz, proveniente de fuentes cuantitativas que garantizan su validez. Es por ello que entre más grande sea una empresa, mayor la exigencia de contar con un Control Interno eficiente al interior de ella para así consolidar su crecimiento.
En la actualidad, el mejor compañero de cualquier Control Interno eficiente es la tecnología: desde simples hojas de cálculo hasta máquinas precisas para cuantificar la eficiencia de procesos manufactureros, en la actualidad toda organización competitiva cuenta con sistemas informatizados, automatizados y precisos. Gracias a la tecnología, ahora las empresas pueden detectar fallas (de cualquier naturaleza) y corregirlas casi instantáneamente, por lo que su apoyo en la correcta implementación de Control Interno es innegable.
El Control Interno se relaciona íntimamente con la gestión y administración de riesgos para la empresa. Existe Control Interno posterior, que atiende problemáticas específicas una vez que éstas han tenido lugar. El Control Interno de origen es preventivo y de contención, atendiendo cualquier aspecto de la organización que podría representar una problemática concreta.
Sin importar el tamaño o giro específico del negocio, es trascendental jamás ignorar la importancia del Control Interno en la organización que asegure su permanencia y garantice su seguridad ante posibles siniestros de las que ésta pueda ser víctima, manteniendo su integridad con el paso del tiempo y afianzando la seguridad y su prestigio a largo plazo.