En la actualidad, la mayoría de las PyMES han incorporado las compras en línea entre sus estrategias de venta. Con la posibilidad de conocer sus catálogos de productos y servicios desde la comodidad de tu hogar, ahora es más fácil recibir en la puerta de tu casa regalos, ropa, electrónicos e incluso alimentos, todos provenientes de fuentes locales que fortalecen el consumo regional y la economía nacional.
A diferencia de los grandes almacenes, donde las entregas pueden tomar semanas antes de llegar al domicilio del comprador debido a su sistema de entregas sobresaturado, las PyMES cuentan con pequeños proveedores de paquetería que no se ven absorbidos en la marabunta del Buen Fin. En consecuencia, los envíos son entregados de manera más ágil y a tal ritmo que es muy posible que, en el peor de los casos, sólo tengas que esperar un par de días hábiles para tener en tus manos las compras.
Hoy en día, incluso los más pequeños negocios ofrecen grandes oportunidades de pago a crédito, entre los que incluso se encuentran los Meses Sin Intereses (MSI), modalidad de pago antes exclusiva de los grandes almacenes y tiendas departamentales. Las comisiones en ocasiones son mínimas o inexistentes, favoreciendo tu consumo.
Como todas las empresas registradas en el Buen Fin, las PyMES están obligadas a ofrecer un descuento mínimo de 10% en sus productos, compitiendo directamente con empresas de mayor tamaño en cuanto a oferta de precios al mercado sin las molestas filas de pago que son tan comunes en estas fechas de descuentos.
Además, hacia el final de año, la mayoría de las PyMES comienzan a planear y gestionar su inventario con miras al siguiente año, adelantándose a la mayoría de los grandes almacenes, que comienzan a realizar sus descuentos hasta febrero y marzo. Esta renovación permite que muchos productos reciban grandes descuentos para el consumidor, a veces de hasta un 50%.