Datos y tecnología, al servicio de la resolución de conflictos
Resolver conflictos puede ser más sencillo si nos apoyamos con las bases de datos y la Tecnología de la Información.
Víctor Barrera y Rodrigo Aguilar, fundadores del Instituto Internacional de Ciencia de Datos (I2DS) |
Datos y tecnología,  al servicio de la resolución de conflictos

Como toda metáfora, pensar en un conflicto de oficina en términos bélicos tiene sus límites; no obstante, el esquema resulta lo suficientemente universal para que lo tomemos prestado en un ejercicio: mostrar cómo los datos y la tecnología ayudan a gestionar cada una de las etapas de un conflicto:

Es común que el ciclo de vida de un conflicto se represente de la siguiente manera:


 

Prevención de conflictos

Las técnicas de análisis de texto avanzado, de agrupamiento (clustering) y de pronóstico, permiten detectar a tiempo posibles conflictos. Por ejemplo, una plataforma analítica conectada al sistema de correo de una empresa, administrada con una anonimización cuidadosa, permite analizar el tono y el sentimiento con el que son redactados los mensajes en torno a un tema o un proyecto específico. Esta situación permite tomar cartas en el asunto, antes de que el conflicto interpersonal escale y ofusque las problemáticas de negocio que se tienen que enfrentar.

 

Administración de la crisis

Cuando un conflicto interpersonal está en su apogeo, la misma plataforma analítica podría valorar lo que cada elemento de un conflicto dice y deja de decir, así como a quién y en qué tono. Esto permitirá que los administradores del proyecto tomen las mejores decisiones para gestionar ese conflicto abierto.

 

En la etapa de construcción de paz

Una plataforma analítica puede emitir recordatorios para fomentar la reconciliación. También se pueden definir indicadores que resaltan cómo restituir la relación entre aquellos que vivieron un conflicto.

Cada vez será más necesario apoyarnos del área de Tecnologías de la Información (TI) y en la Oficina de Datos para realizar negociaciones entre los distintos departamentos de la empresa, pues en una cultura de toma de decisiones basada en datos, estos últimos son herramientas poderosas en la resolución de conflictos. Posibilitan la ejecución automática de las reglas y tareas necesarias por cumplir, disminuyendo la fricción que genera la subjetividad de opiniones personales.

Pronto, los datos y la tecnología jugarán un papel determinante en la resolución de conflictos, a través de la programación/actualización automática de las reglas y tareas necesarias por cumplir en el negocio.

 

 

 

 

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